En la adega Celme buscan recuperar la esencia y la elaboración tradicional del vermú incorporando a su vino blanco especias y hierbas aromáticas en una infusión artesanal.

 El resultado es un vermú que no deja indiferente a nadie. El uso de un buen vino base permite mantener frescura y acidez, a su vez complementado con la mezcla de hierbas que aportan potencia y complejidad aromática: herbáceos, frutos secos, especias y tostados que se traducen en montón de sensaciones. 

Nota de cata:

Es ligeramente dulce con un postgusto amargo, que invita a disfrutarlo durante un aperitivo pero con buen postre.

Adegas Celme son Dori y Jorge, dos ingenieros de formación que decidieron darle un cambio drástico a sus vidas para convertir su pasión en su proyecto de vida. 

Celme nace en el año 2016 en la Denominación de Origen Ribeiro, concretamente en la parroquia de Astariz (Castrelo de Miño). Sus vinos cuentan con certificación ecológica y son el resultado de un trabajo muy minucioso, utilizando exclusivamente variedades autóctonas para elaborar vinos especiales y únicos.

Se puede acompañar perfectamente de berberechos, almejas, latas de mejillones en escabeche, calamares… También con una buena tabla de quesos y jamón, e incluso con frutos secos y postres.