La hidromiel es la bebida alcohólica más antigua de la historia, muy popular hasta el siglo XVII y muy apreciada por la cultura celta.

Esta bebida fermentada está elaborada con miel y agua, y la segunda fermentación se hace en la propia botella.

En la castreña, como buenos apicultores, han querido recuperar la hidromiel original, y como buenos cerveceros, le dan ese toque actual, cargado de aroma. 

Presenta un color de caramelo, con reflejos dorados. Su olor es intenso y apetitoso, y su sabor es de auténtica miel.

Sin filtrar ni pasteurizar.

Producto natural.

14% Vol.

33cl.

Ingredientes: agua dulce y salada, miel de montaña, lúpulo citra, levadura y cáscara de limón deshidratada.

Alérgenos: contiene gluten.

Recomendaciones: mantener siempre de pie, no tumbarlas.

Todo comenzó cuando un grupo de amigos apasionados y fieles consumidores de la cerveza probaron por primera vez una cerveza artesana, abriéndoles una puerta desconocida. En poco tiempo, beber cerveza no era suficiente, tenían que hacer su propia cerveza, formar un equipo, compartirla y degustarla con el resto de sus amigos. En ese momento no eran conscientes de que era el principio de algo emocionante, el principio de una nueva manera de innovar, fabricar y avanzar. 

Al principio empezó todo en un trastero en El Bierzo, mezclando maltas y lúpulos en su olla de 30 litros, creando su propia cerveza clandestina, que cada vez, tenía más adeptos, algo que les animó a seguir investigando.

Como buenos apicultores, en una de sus elaboraciones decidieron añadir miel a ese mosto que se olía por todo el edificio. Este cocinado lo recordarán siempre con un cariño muy especial, porque fue en ese momento, cuando había elaborado la primera Castreña. 

Fue en junio de 2015 cuando nace la primera castreña, el primer lote, con una producción de 200 litros que mantendrían durante los primeros meses. Al año siguiente dan un paso más, y nacen las cervezas APA e IPA, y la Belga, llegando a producir 1000 litro por lote. La hidromiel llegaría en el año 2017, una bebida fermentada con miel y agua, siendo una de las bebidas más antiguas de la historia. 

Pasados tres años desde aquella primera creación, llegaría la construcción de su nueva fábrica, con más espacio pero conservando el mismo espíritu artesanal, siendo siempre fieles a sus valores hasta la actualidad.

Ideal para acompañar a canapés en los aperitivos, tanto dulces como salados, y también perfecta para acompañar a cualquier postre.